Contrarreforma política

Por Orlando Pérez / Diario Hoy

Todo apunta a la involución democrática y a la contrarreforma política, si gana la Presidencia Álvaro Noboa. Eso, para algunos, parecería una ridiculez, pero no. Lo más probable es que impere la desestabilización política a favor de los grandes negocios de las élites económicas del Ecuador.

¿Por qué una involución democrática? Si como anuncia la revista Vanguardia, está listo un paquete de reformas para ser aprobado por la mayoría prianista, gutierrista, roldosista y socialcristiana, todas las conquistas sociales, de derechos y políticas, se irían al suelo solo para reafirmar la revancha de los hermanos Gutiérrez, la consolidación de un poder omnímodo de Álvaro Noboa y la búsqueda de un salvavidas político para León Febres Cordero.

Si estos grupos políticos no piensan democráticamente y se mantienen en que la legitimidad ganada en las elecciones les garantiza hacer lo que les da la gana, entonces lo que se viene en los próximos meses es la total inestabilidad porque encontrarán oposición no solo de la izquierda ni de los ultristas, como pretenden descalificar a quienes pensamos como ciudadanos y no como empleados, consumidores ni clientes de los grupos de poder. Y eso implica un retroceso democrático a favor del autoritarismo y un neosomocismo.

¿Por qué una contrarreforma política? Si prianistas, gutierristas, roldosistas y socialcristianos creen que les llegó la hora de la gloria, lo que harán es volver al estado en que nos encontrábamos cuando la mayoría que impuso la "Pichicorte". O sea, el control autoritario y somocista apuntará sus cañones a las cortes para garantizar impunidad, absoluta corrupción y un estilo de gobierno a favor de los grupos oligárquicos. Y para ello actuarán contra la oposición usando la represión, impidiendo el ejercicio democrático de la crítica en medios de comunicación y analistas, focalizando (al estilo de Hugo Chávez) a sectores como los responsables de la inestabilidad y estigmatizándolos para reducirlos a sus trincheras de pensamiento.

Ojo: si los empresarios creen que garantizarán sus negocios apoyando a Noboa, solo les dará sostén pactar con el gran empresario que es él y que sabe jugar por fuera de los límites de la responsabilidad empresarial y social.

Y luego, cuando pasen los meses, volverán a atacar como hicieron con Gutiérrez, quien mientras les sirvió era pleno, pero cuando se les rebeló contribuyeron a su caída de la cual ahora se hacen los locos.

Entre tanto, todo lo que ocurra de aquí al 26 de noviembre solo servirá para medir nuestra cultura democrática: somos tolerantes mientras no nos tocan nuestros bolsillos y democráticos mientras se imponga nuestra visión de país y de mundo.