Codazos

Por Claudio Mena Villamar / Hoy

Se ha invitado a los dos candidatos finalistas a intervenir en un
diálogo televisado, iniciativa que los ciudadanos aplaudimos con
entusiasmo, porque es muy necesario escucharles sus planes de
gobierno, despojados de toda demagogia. Rafael la ha aceptado y
Alvarito ha declinado la invitación porque está triunfalista y todavía
le sobran sillas de ruedas y camisetas que no puede enviar por TV. Por
eso, muy sobrado dijo: "No discutiré con un chavista".

Las razones son más profundas. Como dicen los guambras, no son
cotejas. Alvarito sabe en sus adentros que Correa le podría hacer
patalear en un debate en el que se manejen conceptos y saberes. Su
asesor, doctor Luis Eladio, sabe mejor que nadie cuál es la calidad
intelectual de su cliente: muy bueno para manejar la Biblia, para
invocar a Dios, rezar un padrenuestro y regalar sus cositas. En
cambio, para una discusión seria sobre un tema de Estado... como diría
Cervantes, "mejor no meneallo".

Los hermanitos Gutiérrez han resuelto no endosar los votos de su
clientela ni a Alvarito ni a Rafael. Claro que los votos no son
endosables, pero ellos creen en la voz de mando militar que se cumple
ipso facto, no bien los subalternos la oyen y se cuadran. ¡Sí, mi
coronel! Bueno, esos votos con o sin endoso, como se dice en el banco,
se repartirán entre los dos. Nuestro bananero cree que muchos serán de
él y Rafael cree lo mismo. ¿Cuál se llevará más? Eso lo sabremos el
día del juicio final.

Cuando Leonardo Escobar se puso junto a Alvarito, a los hermanitos
Gutiérrez les dio alferecía, porque el tal Escobar fue candidato
vicepresidencial de SP. Bueno, tendremos que habituarnos al
transfuguismo, tónica de nuestra política. En ese terreno, los
tránsfugas están a la orden del día. Nuestro millonario anunció que
tiene el apoyo de algunos izquierdistas democráticos y de parte del
PSC, el respaldo personal de Pascualito. Las frutas se están moviendo
y toman posiciones.

Recordamos que mi doctor Alfredo Castillo, portador de cédula
marxista-leninista de la época gloriosa de los camaradas, fue nada
menos que candidato vicepresidencial de Alvarito. Ahora, muy
desmemoriado, en TV le oímos el repudio contra Correa, motejándole de
comunista.

Se ha visto la necesidad de que el millonario, si sube a Carondelet,
ponga sus empresas fuera de sus decisiones, creando un fideicomiso.
Eso está bien, para que no suceda lo contrario: que el paisito se
convierta en fideicomiso de un imperio bananero, harinero y
tercerizador.

La Policía, en el caso "Cabrera" está acumulando tarjetas rojas desde
cuando bajaron desde la Notaría los fajos de billetes en mochilas,
calzones y zapatos. Ahora, esa plata dizque recuperada, desapareció de
la bodega. ¡Medalla de oro para los ladrones!