Un solo correazo por el cambio
Es curioso tener que leer y escuchar los comentarios llenos de prejuicio y espanto en cuanto un candidato socialista se perfila como posible ganador en las próximas elecciones ecuatorianas.
Lo cierto es que todos los grupos políticos de privilegio que tradicionalmente se han repartido el poder, nunca hicieron nada, sino saquear al país de manera metódica e infame. De otro modo cómo uno puede explicarse que en los últimos 20 años hayan huido del país más de 3 millones de personas.
El mayor inversionista del país, como el mismo candidato se autoproclama, asegura tener la llave para llevar al país al paraíso prometido, cuando lo único que posee son llaves de bóvedas y muchas cuentas privadas que estarían listas para ser atestadas de petrodólares.
Este señor de figura pintoresca y con vocabulario limitado pretende endulzar con falsas promesas a un pobre pueblo lastimado y cansado. Lo que muchos deberían saber es que todas sus inversiones se encuentran fuera del país y las que conserva dentro del mismo solo sirven para pagar precios por debajo del mercado, me refiero al banano, y la gente a quien él emplea perciben sueldos miserables y para rematar los obliga a que salgan a hacer campaña por él; pero desafortunadamente ignora que con seguridad ninguno votará a su favor.
Por esto y muchos otros motivos, Rafael Correa -un hombre joven, locuaz, elocuente, preparado y muy bien informado- ha dejado atrás a toda esta gente. El apoyo del que goza es precisamente en su mayoría de gente joven, la nueva generación que no está dispuesta a seguir soportando robos, estafas, excesos y abusos de autoridad, falta de opciones y de empleos, educación, en fin, todo esto se resume en un problema socioeconómico de proporciones nunca antes vistas.
Los Chávez, "Lulas", Morales, Kirchners y tantos otros no han llegado al poder por arte de magia. Si Rafael Correa gana las elecciones, pues en buena hora porque es preferible su alternativa a tener que observar cómo 3 millones más de ecuatorianos abandonarán el país en los próximos pocos años. Si nos vamos por la izquierda será solamente con ilusión, esperanza y llenos de decencia, al final esto sería lo último que podríamos llegar a perder.
Ernesto Weisson Franco
http://www.hoy.com.ec/NoticiaNue.asp?row_id=248656
Lo cierto es que todos los grupos políticos de privilegio que tradicionalmente se han repartido el poder, nunca hicieron nada, sino saquear al país de manera metódica e infame. De otro modo cómo uno puede explicarse que en los últimos 20 años hayan huido del país más de 3 millones de personas.
El mayor inversionista del país, como el mismo candidato se autoproclama, asegura tener la llave para llevar al país al paraíso prometido, cuando lo único que posee son llaves de bóvedas y muchas cuentas privadas que estarían listas para ser atestadas de petrodólares.
Este señor de figura pintoresca y con vocabulario limitado pretende endulzar con falsas promesas a un pobre pueblo lastimado y cansado. Lo que muchos deberían saber es que todas sus inversiones se encuentran fuera del país y las que conserva dentro del mismo solo sirven para pagar precios por debajo del mercado, me refiero al banano, y la gente a quien él emplea perciben sueldos miserables y para rematar los obliga a que salgan a hacer campaña por él; pero desafortunadamente ignora que con seguridad ninguno votará a su favor.
Por esto y muchos otros motivos, Rafael Correa -un hombre joven, locuaz, elocuente, preparado y muy bien informado- ha dejado atrás a toda esta gente. El apoyo del que goza es precisamente en su mayoría de gente joven, la nueva generación que no está dispuesta a seguir soportando robos, estafas, excesos y abusos de autoridad, falta de opciones y de empleos, educación, en fin, todo esto se resume en un problema socioeconómico de proporciones nunca antes vistas.
Los Chávez, "Lulas", Morales, Kirchners y tantos otros no han llegado al poder por arte de magia. Si Rafael Correa gana las elecciones, pues en buena hora porque es preferible su alternativa a tener que observar cómo 3 millones más de ecuatorianos abandonarán el país en los próximos pocos años. Si nos vamos por la izquierda será solamente con ilusión, esperanza y llenos de decencia, al final esto sería lo último que podríamos llegar a perder.
Ernesto Weisson Franco
http://www.hoy.com.ec/NoticiaNue.asp?row_id=248656
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